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Los productos de marca y de gama alta frecuentemente se convierten en productos de referencia y, como tales, en muy deseables, hasta el punto de ser a menudo copiados, alimentando de esta manera el mercado global de la falsificación.
La exclusividad de los componentes y de las ruedas Campagnolo, así como sus prestaciones y características técnicas, se han hecho tan apetecibles que los FALSIFICADORES están clonando algunos de nuestros productos, comercializándolos en cantidades considerables en los mercados internacionales.
Campagnolo por consiguiente está luchando para asegurar la originalidad del producto y, sobre todo, para garantizar la seguridad y la incolumidad del comprador ciclista. La compra de un producto falsificado, en efecto, no solo no ofrece las mismas prestaciones y experiencia en bici, sino que pone en peligro la seguridad del ciclista.
A continuación ofrecemos 6 simples reglas que, si se siguen, permiten al cliente garantizarse la compra de un producto original Campagnolo.
Campagnolo combate la falsificación colaborando con varias sociedades y agencias internacionales que ya han conseguido eliminar de varios mercados ofertas de productos falsificados. Tu ayuda es fundamental. Envíanos tu alerta de eventuales anuncios de productos falsos, nuestra acción podrá ser más eficaz.
Campagnolo combate la falsificación colaborando con varias sociedades.
Uno de nuestros objetivos principales es la prevención, es decir intentar localizar y bloquear los anuncios y el correspondiente comercio electrónico de productos Campagnolo falsificados.
Pero queda todavía mucho por hacer.
En este sentido necesitamos la colaboración de todos e invitamos por lo tanto a quienquiera a indicarnos eventuales anuncios de productos falsificados, rellenado el formulario de aquí abajo:
Los productos FALSOS pueden presentar graves defectos estructurales y provocar daños graves y/o la muerte a los usuarios.
RECORDAMOS QUE, EN ITALIA, COMPRAR PRODUCTOS FALSOS está considerado DELITO DE RECEPTACIÓN por el artículo 648 del Código Penal. Con arreglo al art. 1, apartado 7, del D.L. nº 35 del 14 de marzo de 2005, se castiga con una sanción administrativa constituida por una multa que va de 100,00 a 7.000,00 € al comprador final que compre por cualquier concepto cosas que, por su calidad o por la condición de quien las ofrece o por la entidad del precio, hagan suponer que han sido violadas las normas en materia de origen y procedencia de los productos y en materia de propiedad industrial.
